El tutorado con malla para melones incrementa tu producción de cultivo fácilmente.
Es sabido que el tutorado realizado con la malla para melones aporta enormes beneficios en cuanto a la calidad y producción del cultivo, donde adicionalmente reduce la mano de obra y sobretodo facilita la recoleta de frutos de esta hortaliza. La forma como se puede instalar esta malla para realizar un tutorado dependerá principalmente del espacio, seguido del lugar y forma que le quiera dar el horticultor al cultivo.
A continuación se mencionarán las diversas formas de tutorado que se pueden instalar con ayuda de una malla para melones HORTOMALLAS:
Desde que se inventaron las mallas pepineras
la estrategia para tutorar cambio. Anteriormente a está malla la forma más común para realizar un tutorado era con ayuda de la rafia o simplemente un palo o tubos que mantuvieran una forma rígida y brinde al cultivo un guía y soporte sumamente resistentes. Desafortunadamente este tipo de tutorado exige una alta demanda de mano de obra y tiempo cuando la producción de cultivos es grande.
Con el uso de malla para melones
la estrategia típica para realizar el tutorado es colocar nuestra malla a lo largo de los surcos donde necesariamente esta malla tutora debe posicionarse de forma vertical. En cada extremo del surco es necesario anclar tubos muy fuertes a los que quedará la malla lo suficientemente estirada para soportar el peso del cultivo. En muchos casos cuando la planta entra en fase de fructificación y el peso de los frutos es muy grande (caso de los melones) se recomienda cada dos metros colocar tubos o palos que refuercen el soporte de la malla, pero sobre todo para no dejar todo el peso solo a los tubos que se encuentran en los extremos.
Existe otra estrategia tanto para campo como invernadero de llevar a cabo el tutorado con la malla para melones. Este tutorado se lleva a cabo con doble malla y es conocido como tutorado en forma de V. La técnica esta en repetir el procedimiento anteriormente mencionado y una vez que los frutos comiencen a crecer instalar otra malla de la misma forma frente a la ya puesta. Es decir malla – cultivo – malla. Esta estrategia tiene como objetivo reducir la probabilidad de que el fruto caiga al piso y fácilmente contraiga una fitopatología o golpes que reducirán su valor económico dentro del mercado agrícola.
Otra técnica que al parecer implementaron en Asia pero se aplica en muchas partes del mundo es el tutorado horizontal. Este tipo de tutorado es adecuado para invernaderos con cultivos indeterminados; este consiste en colocar mallas de manera vertical y dejar que la planta trepe con ayuda de sus zarcillos una vez que esta sobrepasa la altura de la malla se instalan varias mallas de forma horizontal que actuaran como un techo entre las otras mallas verticales. Esta tendencia ha dado aparte de una inmensa producción de hortalizas, una atracción turística en Asía ya que existen zonas agricultoras dedicadas a la ornamentación con hortalizas muy espectacular.